lunes, 19 de marzo de 2007

EL PRINCIPIO DE UN EJERCICIO


Cada artista visual desarrolla sus virtudes y talentos de forma diferente. Cada creador tiene una o varias posibilidades de expresión que pueden o no funcionar como pilares en su trabajo, pero estas alternativas en torno al talento, de hecho, existen. Estas expresiones se manifiestan en diversas líneas que pueden ir adentrándose en la vida común del artista, podríamos decir, más lejos y más cerca de lo que él concibe como su obra.

Muchas veces, estas maneras de comunicación artística se vuelven una necesidad, al punto que el artista las “tiene que utilizar” a menudo, no solo en la práctica y el desarrollo de su obra sino en la vida diaria, en lo cotidiano, como si fueran una fuerza interna que tiene que fluir hacia el exterior. Todo esto forma parte de la continua formación del artista visual.

No importa si es dibujar, hacer collage, construir objetos o cualquier trabajo manual donde se reconozca la expresión particular, como diseñar, modelar. El artista debe canalizar esta energía expresiva para moldear su manera de concebir el mundo sin pensar si este producto inmediato será un proyecto, una idea o una obra.

A continuación deberá estar siempre atento. Adelantarse a las necesidades de su expresión y hacerse con lo necesario para evitar la frustración de no haberlo hecho cuando quería o podía. Tener a mano una libreta o cuaderno para apuntar las ideas, hacer bocetos o dibujar en cualquier sitio, son formas ya asumidas por muchos artistas desde hace tiempo para llevar a buen término esta fuerza o necesidad que se lleva dentro, y a partir de este ejemplo se puede pensar en nuevas posibilidades, dadas las condiciones del mundo actual, las nuevas tendencias que se manejan en el arte y el dinamismo que nos mueve a cada instante.

Temer al fracaso no sirve de nada, y por eso es muy importante archivar lo producido (se considere bueno o malo) en la medida de lo posible y en lo particular del gusto y criterio propio, pero teniendo en cuenta que en cierta forma “todo lo que se haga” es “potencialmente utilizable”.

Éste es un ejercicio de atención y adiestramiento. A partir de lo particular de cada quien, lo cotidiano e innato que se vuelve frecuente y se va asumiendo a conciencia, el artista permite que aflore la sinceridad y trabaja de forma despreocupada pues ningún otro maneja sus virtudes de la misma forma. De esta manera muchos artistas han logrado identificar elementos expresivos que luego pasan a un lugar clave en el discurso de sus obras.

Para verlo de una forma más clara podemos irnos a la referencia y ejemplo que ha sido el dibujo en la obra de tantos pintores. Las libretas de viaje, los bocetos preliminares e incluso los dibujos hechos sobre cualquier soporte ocasional (son famosas las servilletas, paredes, papeles sueltos, etc.) son fruto de la necesidad expresiva de los pintores y dibujantes que atentos a la necesidad de expresarse, se dejan llevar por su instinto y talento en cualquier momento, para luego canalizarlo en diferentes medidas como elemento esencial de sus obras.

Así, por tomar un ejemplo, un dibujo o boceto de Klimt, aunque sea un retrato o simplemente un desnudo, tiene esa carga expresiva personal y esencial para su obra que luego será recordada, controlada y domada dentro de un proyecto menos inmediato (como un cuadro), más pensado y de mayor envergadura, concebido como una obra donde el artista, además, investiga un concepto.

El ejercicio de trabajar en lo más personal, intentando acercarse a la esencia, recrea la diferencia posible, si el creador presta atención al proceso. De esta manera reconocerá y seleccionará sus herramientas a partir de sus pruebas, de su talento, de su gusto.

No vale la pena limitarse en técnicas, maneras o conceptos pues, además de que todo esto es soportable en nuestros tiempos, lo más importante es que cada uno se comprenda a sí mismo en el proceso de su trabajo y desarrolle en mayor o menor medida sus líneas de investigación.

Las posibilidades son verdaderamente infinitas viéndolo desde los aspectos más personales, por eso les invito a comenzar este ejercicio.



Emmanuel Luna
Madrid, febrero de 2007



en este post obras de Miquel Barceló y Gustav Klimt

2 comentarios:

Alf dijo...

Hola Enmanuel Luna.
Te escribo muy emocionado al leer tu comentario sobre "El Principio de un ejercicio".
PARECE ESCRITO PARA MI!
(perdòn por el grito) cuanta razòn tienes. En la mayorìa de los casos el artìsta plàstico novel, por llamarlo de alguna manera, se deja sugestionar por aquelos que ya tienen un mundo recorrido y trata de hacer comparaciones con respecto a sus trabajos, disminuyendo asì su capacidad creativa (incluyendome).
La necesidad de un artista ciertamente està en el deseo apremiante de expresarse, de construir, de imaginar... de "crear".
Se trata de utilizar cualquier tècnica (no centrase en una especìficamente) para hacer explotar como una nova todas esas ideas que se revuelven en su mente y que quieren desesperadamente manifestarse.
Soltar nuestra mano, guiada por la esencia humana, dibujada (por la experiencia diara sumida en el amor) en lo màs profundo de nuestra mente para plasmarla en cualquier superficie, independientemente de la tècnica y de la crìtica, es màs que suficiente para declarar nuestra libertad espiritual.
Gracias por compartir con nosotros estos comentarios - enseñanzas que sòlo un verdadero maestro podrìa hacer.
Tomarè en cuenta muy seriamente la "Libreta de Bocetos", pues en lo cotidiano se encuentran muchos temas para desarrollar nuestras obras.
Saludos a tu musa, su imàgen bajo el sol es impresionante, igualmente a tu "musito".

Tìo Jose y michristopher.

Equipo Temas de artes Visuales dijo...

Gracias Jose por tu comentario y tu emoción siempre bienvenida. Mi emoción es grande también al saber que puedo dar contando mis experiencias y reflexiones. Tú lo sabes porque lo hemos hablado.
Un abrazo fuerte a los dos.